sábado, 13 de marzo de 2010

Reflexión: EDUCACIÓN ARTÍSTICA Y CONTEXTOS POSMODERNOS

Tras la lectura del texto, he considerado algunos aspectos importantes a reflexionar. La lectura comienza con unas preguntas que se formulan en el diálogo, y por lo que a mi pensar aunque se diera algunas soluciones, todavía no le he encontrado una contestación adecuada. ¿cuál es la oferta posmoderna para legitimar el conocimiento? ¿Quién determina lo que es saber y quien sabe lo que es conveniente decir? ¿Quién sabe lo que vale la pena mirar?

Estoy de acuerdo con el hecho de que el currículo de la educación artística, así como el currículo en general, debe ser construido por lo que interactúan directamente en el aula, el profesor junto con los alumnos. Aunque deben haber unos objetivos universales, el desarrollo del currículo debe ser interpretado de acuerdo con las necesidades de las personas concretas que participan en el proceso educativo, por lo tanto, no debe venir de artistas, críticos, historiadores, filósofos,… y otros personajes “cultos” en general. Y este hecho lo transfiero a la propia lectura basada en teorías, suposiciones, o postulados de la mano de investigadores (historiadores, artistas, filósofos,…), que teorizan sobre teorías, temas demasiados abstractos pero no reales, y que finalmente no concretan ni conducen a nada.

Lo único que parece estar muy claro, y que a mi parecer yo no lo estoy tanto, es la finalidad de la educación artística según la pedagogía crítica: La finalidad de la enseñanza del arte es contribuir a la comprensión del panorama social y cultural en el que viven todos los individuos (Efland, Freedman y Stuhr) Si la función del arte a lo largo de la historia de las distintas culturas ha sido y siempre será la de construir la realidad, es lógico, entonces, que la función de la educación artística sea colaborar en la comprensión social y cultural del mundo. Esto es la premisa del arte posmoderno.

La educación artística como cualquier otro tipo de enseñanza intervienen en la comprensión y construcción de nuestra sociedad y cultura, pero también se puede comprender y construir la sociedad a través de las ciencias, de la tecnología, se puede comprender el mundo a través de la música, de la literatura, o la religión. Por lo tanto, aunque existe una relación inevitable porque uno es el resultado del otro y viceversa, pero no veo esta meta como finalidad última de la educación artística. No creo que prácticamente la educación artística tenga como objetivo la construcción de individuos críticos, que sean capaces de ver las injusticias del mundo e intenten subsanarlas, para poder lograr así un mundo justo para todos, etc. Este hecho en la educación me parece ideal, perfecto, pero no se a que viene entonces adjuntar la palabra artística.

Lo más lógico y coherente que la primera y última finalidad de la educación artística sea la de educar ARTE, y esto se puede realizar a través de diversas maneras, pero sin olvidar el objetivo primordial. El arte se puede educar a través del conocimiento de su historia, los que han participado en la actividad artística y el legado que podemos aún apreciar en la actualidad, sensibilizando a los alumnos para que aprendan a valorar nuestra herencia y fomente así su conservación; se puede educar arte a través de la práctica, de los distintos medios de expresión plástica, como medios físicos de la expresión subjetiva del individuo, como la expresión de la identidad individual o de un colectivo, fomentando así la creatividad; se puede incluso teorizar o filosofar sobre arte,… pero sin olvidarnos del nexo común ARTE.

Tampoco apoyo totalitariamente al postulado definido jamensoniano, que defiende la educación artística como la educación que participa de una visión del arte como objeto mercantilista y propiciatorio de un mercado y profesión, como una educación que debe estar enfocada a la formación de un profesional.

Pienso que la pedagogía artística debe formar estrategias curriculares en relación de cómo se conforma la subjetividad de los estudiantes. Pero debemos tener en cuenta el papel del arte en la sociedad actual, las necesidades que cumple, para educar individuos que acaparen dichas necesidades, como ya mencioné en una de las entradas anteriores en el blog. Por lo tanto reitero la introducción a través de un interrogante ¿cuál es la demanda posmoderna sobre el conocimiento artístico?

1 comentario:

  1. Hay una cuestión que creo que no ha sido bien comprendida. La cuestión hace referencia a que la finalidad de la educación artística bajo un enfoque pedagógico crítico "es contribuir a la comprensión del panorama social y cultural en el que viven todos los individuos". Esto es la premisa de una educación artística bajo enfoque posmoderno según Efland, Freedman y Stuhr, pero éstos no participan de la pedagogía crítica. Ésta -la pedagogía crítica- pretende algo más: pretende hacernos partícipes de la construcción, no sólo comprenderla.

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